A título póstumo. Es como otorgar por compromiso, por pena. Como si el premio fuera de vuelta. Como somos. Por eso merece la pena empezar ya los reconocimientos. Por que no hace falta mirar hacia atrás para recordar quienes somos, al revés, eso puede confundirnos. Somos hoy, gracias a lo que fuimos, pero nada más. Todos hemos coleccionado cromos, comido galletas de chocolate, conquistado la luna, todos hemos ganado la liga, hemos colado goles importantes, hemos sido reyes, princesas, magos, conquistadores, mensajeros, espías...y hoy no tenemos porqué seguir haciéndolo, porque igual que cambian los tiempos, lo hacemos nosotros...unos más que otros, es cierto.
Creo que tenemos la obligación de otorgar a cada uno lo que se merece cuando se lo merece. No vale la pena encarcelar a alguien cuando ha rehecho su vida, varios años después de cometer un delito. No mires atrás para saber quién eres, mírate hoy.
Por mucho que seas guiado, dirigido, o llevado en brazos...caerás; por sorprendente que parezca esto será la mejor solución para llegar donde queremos llegar.
Eso merece un premio, una recompensa, hoy, ya, en este instante. Porque alguien que aprendió de sus errores, que decidió cambiar el rumbo, que vió que el pasado no pesaba, merece un premio.
El arte de hacer lo que corresponde en cada situación...
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