La cosa es simple, un día, por cualquier motivo, coges un montón de arena en proporción a tu sueño, y a partir de ahí le das forma.
Hay gente que cuida hasta el más mínimo detalle de su sueño, se pone a pensar incluso de las habitaciones que su castillo dispondrá, "¿3? 3 son pocas, mejor tengamos 400, así no faltará espacio, podríamos poner una sala de juegos, y 5 cuartos de baño en cada planta, habrá guardias en todas las plantas y podremos dormir tranquilos, tendremos en el sótano un mago". A tal punto llega nuestra ilusión, que en un momento hemos olvidado de que el castillo es de arena, nos vemos viviendo en el castillo, plasmamos los detalles a nuestro gusto y creamos un majestuoso castillo imperial, y cuando nos disponemos a entrar en él se desvanece y sólo queda el montón del principio, una simple ilusión, porque habíamos olvidado que era arena,
Recordad siempre: cuando soñéis que sea lejos de la arena, porque ...¿perdura algo en la arena?
y menos algo tan delicado como un sueño, nuestro sueño, nuestra ilusión.
PD: Siempre que hagáis un castillo de arena, mantened lejos a las reporteras de "está pasando".
H
2 comentarios:
Lo peor de todo es que si haces el castillo lo suficientemente grande y consiges entrar... se derrumbe contigo dentro...
A mi me paso una vez, y no veas lo que cuesta quitarse la arena de la boca (y otros orificios que no son la boca...) Aun sigo teniendo arena...
Que desgracia mas grande para mi y para todos a quien salpico...
Siempre es bonito mantener la ilusión...Aunque siempre hay que saber cuándo frenar, para no tragarte el montón de arena.
Saludos!
Sara.
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